miércoles, abril 30, 2008

SIMBOLOGÍA I FONAMENTS


Fa quatre dies, al meu bón amic Jaume d'Urgell, li va caure una condemna per practicar l'higiene democràtica.Va substituïr la bandera bicolor monàrquica per la bandera del poble, la tricolor republicana en un edifici públic de Madrid.105 díes de pressó.

Abans d'ahir, en Franki,un jove radical de Terrassa, va estar detingut quan anava a treballar pels Mossos d'esquadra (la policía catalana, per si algú no ho sabia), perque sis anys abans havia despenjat la mateixa bandera que en Jaume, per considerar-la ofensiva, segons els seus valors.

Quan un régim hereu d'una dictadura ferotge necessita empresonar, multar, perseguir la disidència, és perque els seus fonaments comencen a trontollar.

No hi ha dues sense tres.Visca la República! Solidaritat amb en Jaume i en Franki!

jueves, abril 17, 2008

MI DULCE HADA

Mi dulce hada


Pilar Rahola 13/04/2008
Los padres, esos sufrientes eternos, esos locos que hacen horas extras, incluso cuando los hijos ya llevan barba y se pagan un plan de pensiones.
Viendo a mi madre, que me riñe cuando salgo a la calle sin suficiente abrigo, o almuerzo mal, creo entender lo que es la maternidad. O la paternidad, tanto monta, si se ejerce activa y responsablemente.
Debe ser eso, un amor terrenal, arraigado en lo más primitivo y, por ende, en lo más auténtico. Para mí, que acumulo la intensidad de tres hijos queridos, aún es un interrogante.
¿Qué fuerza interna nos transforma hasta el punto de hacer por ellos aquello que no haríamos por nadie? De ese interrogante nace el misterio más fascinante de la vida.
Sentimos amor, pero también fuerza, seguridad, riesgo, miedo, instinto, quizás rabia, y así hasta el infinito, en el infinito diccionario de ser padres.
Quizás la escritora que mejor ha resumido ese caudal de emociones y enigmas ha sido Amy Tan, cuya Hija del curandero es una pequeña obra de arte. De ella, cuyo viaje a China fue, a la vez, un viaje iniciático al interior de su propia madre, recuerdo dos citas extraordinarias. "Una madre es alguien a quien las cosas de su hijo le importan tanto como a él".
Y una brutal: "Las palabras más aborrecibles que he dicho en mi vida a otro ser humano se las dije a mi madre". Alguien que lea estas reflexiones me recordará que es lógica la intensidad sentimental entre padres e hijos, no en vano hablamos de una relación que es carne de la propia carne, pero eso tampoco no es exacto.
Ni la genética, ni la memoria de generaciones inciden realmente en la naturaleza de la maternidad o la paternidad, sino algo más sutil, más indefinible, quizás más grandioso.
Perdonen que narre una de mis experiencias más intensas, en la adopción de mi hija pequeña, en Siberia. Era el primer viaje, de los tres que tuvimos que hacer para adoptar a Ada. Habíamos estado en una ciudad perdida de los Urales durante días, esperando noticias.
Cuando llegaron, supimos que Ada estaba a 400 km, hacia Kazajistán, en un hospital (curándose de una neumonía, la enésima enfermedad que padeció en sus pocos meses de vida), y que quizás no la veríamos. Hasta el día siguiente no tuvimos permiso para visitarla, y estuvimos con ella cinco minutos. Cinco minutos de una niña que no nos miró, que no tocó el muñeco de peluche que le habíamos llevado, testigo roto de nuestro miedo y nuestro deseo… una niña que sólo tuvo interés en el dedo que se chupaba incansablemente.
Era la niña más triste, la más frágil y, a pesar de todo, una superviviente. Al salir del hospital, mi marido, un navarro de volumen de tirador de piedras, se puso a llorar. Sus palabras acompañarán siempre el recuerdo de aquel momento: "No sé cómo pasó, no sé por qué, pero me siento su padre. Nadie me la podría quitar".
Cinco minutos, la mirada de una niña que sólo sabía mirar hacia dentro, y ese hombre seguro de sí mismo se convirtió en un padre asustado, desconcertado, emocionado y capaz de luchar contra los elementos. Nunca más ha dejado de ser ese padre. ¿Dónde está el milagro? ¿Dónde el enigma?
Abierta suavemente la puerta del comedor de mi casa, permítanme que ahonde un poco más, con la esperanza de que la anécdota personal sirva para el retrato global. Mi hija Ada tiene, hoy, siete espléndidos años. De ser una niña que no miraba al mundo, hoy lo devora con sus bellos ojos almendrados. De no hablar, es una pequeña cotorra que relata sus afanes diarios, con una infatigable intensidad. De vivir en la tristeza, hoy rebosa una alegría que contamina las comisuras de nuestros ajetreados días. De no tener opción, las tiene todas y todas quiere vencerlas.
Cuando la contemplo, en su habitación repleta de caballos alados, hadas preciosas y bellas princesas de cuentos, en su mundo hermoso, me veo capaz de saber lo que es la felicidad. Y quizás, por unos momentos, vislumbro lo que mi marido, creyente, llama Dios. El enigma de la vida está ahí, en ese cuerpecito frágil que concentra, como un imán indómito, toda nuestra capacidad de sufrir y de amar. Indescifrable misterio.
Maravillosa emoción.

lunes, abril 14, 2008

14 de Abril ¡Viva la República!

MANIFIESTO del FORO DE LOS REPUBLICANOS DE IZQUIERDAS 14 DE ABRIL 2008

Desde el Foro de los Republicanos de Izquierdas, plataforma integrada por militantes de la izquierda republicana que pretendemos contribuir a un proceso unitario de reconstrucción de la izquierda crítica, basado en la revitalización de los ideales republicanos, laicos, libertarios y socialistas, nos dirigimos a todos los demócratas con ocasión de la celebración del 77 aniversario de la proclamación de la Segunda República Española. Sostenemos que esta celebración debe servir para recuperar el viento emancipador contenido en los valores de libertad, igualdad y fraternidad que confluyeron de manera ejemplar en aquella época histórica a la que rendimos homenaje. Es ese viento, el de la República, el viento del poder del pueblo y es el empuje que necesita nuestro país para una verdadera renovación democrática. Para ello hay que desechar cualquier apelación a la nostalgia o a una falsa "pureza republicana" que sólo conduce a la automarginación política. Creemos que República fue, entonces, el alma común de todas las fuerzas progresistas y renovadoras. Estamos convencidos de que también hoy Republica debe ser igualmente el punto de encuentro en el que converjan los movimientos de izquierda transformadores y de progreso de nuestro país. En una situación como la de hoy, de desprecio por lo público con el fin de permitir el arbitrario juego de las fuerzas del mercado y el provecho de los más fuertes, la República reivindica lo público, la res-pública, lo que es de todos, un patrimonio común que prevalece sobre los beneficios y el lucro privado. La justicia se encuentra en la República, no en el mercado. Ante la situación actual de degradación de las instituciones democráticas mediante una delegación y dejación del protagonismo de los ciudadanos limitando su responsabilidad al mero ejercicio del derecho de sufragio, sin deliberación, participación y control constante, la República, por el contrario, propone un radicalismo democrático inspirador de nuevas instituciones y mecanismos para que la ley sea la voz de todos y el gobierno realmente el del pueblo y no solo para el pueblo. Hay que atreverse a más democracia. Se hace patente un desafecto de los ciudadanos por la política motivado por su reducción a la alternancia de los mismos, bajo el chantaje repetido incesantemente de un presunto voto útil, y la exclusión de los planteamientos críticos y transformadores. Se constata el comportamiento de los gobiernos, altivos y míseros con las demandas de los humildes y humildes en concesiones a los poderosos. La República, por el contrario, propone una construcción ilusionante de una sociedad más justa y atenta a los más desvalidos, que recupere para la actividad política su dignidad moral de compromiso por lo que es de todos, vinculada a la ética, a la virtud publica y a la honradez, en la que se deje oír la voz crítica de propuestas que abran otras alternativas y caminos. La voz de los más pobres y de los más numerosos, la voz de la auténtica democracia. Continúa una estructura social y económica injusta donde se agravan progresivamente la desigualdad y las situaciones de carencia, aumentando por otro lado la acumulación de riqueza de los más opulentos. La República afirma que la libertad es ilusoria si no se dan las condiciones materiales suficientes, porque en condiciones de desigualdad material siempre los mas afortunados se hacen los más fuertes social y políticamente, y los no privilegiados son los que nunca deciden. La Republica significa no permitir ninguna dominación arbitraria, ni en la política, ni en la empresa, ni en la casa, ni en las conciencias. Frente a la decadencia del pensamiento político, el Foro de los Republicanos de Izquierdas os planteamos el proyecto de una izquierda desinhibida, ajena al monopolio ideológico del liberalismo capitalista, apelando a la razón y la imaginación políticas, a la grandeza liberadora de nuestras raíces socialistas y republicanas. Contra el empobrecimiento cultural impuesto por el dominio del pensamiento único, y la información única, resultado de la degradación de la cultura y la educación a la condición de mercancía, la República reafirma el valor central de la educación y la cultura como una luz para el progreso y para la convivencia ciudadana. En el momento actual, los integrismos de algunas religiones y sectas niegan el gobierno de las personas por ellas mismas y pretenden someterles a señores, humanos o divinos, o a sus autoproclamados portavoces. La República reclama el autogobierno laico de los ciudadanos. Rechaza todo sometimiento que no venga de lo dispuesto por nosotros mismos, no de señores, ni de patrones, ni de iglesias ni de empresas. En el actual mundo globalizado se acentúa el poder de intereses corporativos desmesurados sometiendo a cualquier comunidad a las fuerzas arbitrarias del capital y llevando a poblaciones enteras a un genocidio, permanente de hambre, emigración y guerras fomentadas. La República propone la globalización de la fraternidad y la apertura de una ciudadanía diversa en la acogida hospitalaria de otros ciudadanos que a ella se incorporen. República es el lenguaje y el mensaje que se eleva hoy como lo fue aquel 14 de abril de 1931 y como siempre ha sido: la esperanza histórica del pueblo y el atrevimiento de la democracia. Por ello, el Foro de los Republicanos de Izquierdas os invita a todos a participar en un movimiento abierto a la deliberación de quienes creemos en la República y en el republicanismo como lenguaje común de los demócratas y la izquierda. Salud y República.
Comisión Promotora del Foro de los Republicanos de Izquierdas republicanosdeizquierdas@gmail.com

lunes, abril 07, 2008

105 DIAS DE CÁRCEL POR IZAR LA BANDERA REPUBLICANA ESPAÑOLA


105 días de cárcel por izar la bandera republicana Marisa Martínez Pla, LA DEMOCRACIA www.lademocracia.es/105-dias-de-carcel-por-izar-la-bandera-republicana

El activista fue absuelto del delito de «desórdenes públicos», pero condenado por «ultrajes a España», por lo que deberá pagar 7 meses de multa o permanecer prisión la mitad de ese tiempo, sin tener en cuenta que sea su primer delito ni que la pena sea inferior a dos años. MADRID. Ayer se conoció el contenido de la sentencia del juicio contra el activista que hace dos años, sustituyó la bandera nacional por la republicana en un edificio público. En el fallo, el juez Francesc Ferrer i Pujol, titular del Juzgado de Primera Instancia núm. 5, de lo Penal en Madrid, absuelve al acusado del delito de «desórdenes públicos» que le imputaba la Fiscalía; condenándolo no obstante, al pago de siete meses de multa –que a razón de 6 euros diarios, resulta en: 1.260 euros–, al encontrarle culpable del delito de «ultrajes a España». El contenido íntegro de la sentencia se puede consultar en los siguientes enlaces: página 1, página 2, página 3, página 4, página 5, página 6, página 7 y página 8. En reiteradas declaraciones a la prensa, el joven republicano manifestó su intención de no atender el pago de la multa, al considerar que ello «supondría la aceptación de la pena y los cargos», lo que atentaría contra sus convicciones políticas. Según él, reivindicar sin-violencia el advenimiento de una democracia plena –aún cuando pueda hacerse a través de acciones puntuales de desobediencia civil pacífica–, no supone una ofensa al país, al contrario. El activista cita como ejemplo de ultrajes a España, la presencia del rey Juan Carlos en la sesión de apertura de la IX Legislatura, en el Congreso de los Diputados, prevista para el próximo 16 de abril –tan solo dos días después de la efeméride de la proclamación de la Segunda República Española–. «Eso sí es reírse de la ciudadanía, que sea un autócrata designado por un golpista (BOE 175, de 23 de julio de 1969), quien todavía en 2008, presida una sesión de nuestro Poder Legislativo», declaró. De mantener su voluntad de no pagar la multa, de acuerdo con los términos de la propia sentencia y la redacción del Art. 53 del Código Penal, correspondería un día de privación de libertad por cada dos días de impago, lo que en este caso significaría que el activista republicano deberá cumplir 105 días en prisión (efectivos, pese a tratarse de una condena inferior a dos años y carecer de antecedentes penales). Los hechos ocurrieron en el transcurso de la primera de las manifestaciones para reivindicar el acceso al derecho a una Vivienda Digna (Art 47. CE) y para protestar por el elevado nivel de precariedad laboral. El ahora condenado, relaciona ambas causas –las reivindicaciones obreras y su apelación a la República– con el argumento de que: «si todo el poder estuviera en manos del pueblo, otro gallo cantaría», en alusión al déficit democrático que a su juicio acusan algunas instituciones públicas, cuyas políticas percibe como alejadas de los intereses del proletariado: «flexibilización del mercado laboral», opacidad en la adjudicación de contratas públicas, aumento anual del 26% del presupuesto de Defensa y de un 35% de la dotación económica a la Iglesia Católica, aceleración de los procedimientos de ejecución hipotecaria, desinterés en luchar contra la corrupción, mantenimiento de una legislación electoral no-proporcional, preocupante privatización de sectores estratégicos y servicios públicos como la Sanidad, la Enseñanza o las infraestructuras, etc. Precisamente ayer, se dieron a conocer los términos de la petición fiscal para los manifestantes detenidos en el transcurso de la segunda de las protestas ciudadanas para reivindicar el derecho constitucional a una Vivienda Digna (Art 47. CE) y contra la precariedad laboral: imputaciones que acarrean penas de hasta 6 años de cárcel, acusando a los jóvenes de la comisión de supuestas «lesiones» y «atentado a la Autoridad», pese a que en todos los casos se trató de concentraciones pacíficas, como recogen numerosos testimonios gráficos aparecidos en la prensa. Pacíficas… si se excluye la desproporción de formas y medios empleados por los agentes del orden, que actuando en grupos de cinco, no dudaron en arremeter indiscriminadamente contra los concentrados y viandantes, sin mediar provocación previa ni respuesta a las agresiones, como reflejan también abundantes fotografías: ejemplo 1, ejemplo 2, ejemplo 3, ejemplo 4 o ejemplo 5, entre otras, correspondientes todas ellas a protestas convocadas para reclamar el derecho a la vivienda. Diversos movimientos sociales han manifestado su solidaridad hacia los encausados en esta serie de procesos destinados en última instancia a reprimir las protestas vecinales y estudiantiles en defensa de derechos recogidos entre los principios rectores de la política social y económica. Entre estos movimientos sociales, destaca la labor de la Asamblea popular por el derecho a la vivienda, y más en concreto, su sección de ayuda a los detenidos. A pesar de todo, existe unanimidad de criterio entre todas las organizaciones participantes, al confirmar que, en cualquier caso, las reivindicaciones continuarán.

domingo, abril 06, 2008

PAIS DE DELATORES


País de delatores


Pilar Rahola 06/04/2008
Incluso en las épocas del Florido Pensil, cuando en las calles la delación era una forma de medrar económicamente y de ajustar cuentas con los vecinos, en la escuela nos enseñaban que era una práctica perversa. Ser el chivato de la clase era tanto como convertirse en un apestado, y el mote de acusica caía sobre el interfecto, como un rayo divino. Desde bien pequeños supimos que no estaba bien señalar con el dedo y que ganarse el bien materno a costa de delatar al hermano era un sucio negocio. Es decir, a pesar de vivir en un régimen que alentaba la traición, el mercadeo de personas y la cultura de las influencias, el chivato continuó siendo, en el imaginario colectivo, un personaje detestado.
"Amo la traición, pero odio al traidor", parece que dijo Cayo Julio César, cuyo uso de las traiciones fue parejo a los traidores que concilió. Desde antaño, y más allá de las muchas edades del hombre en su recorrido histórico, el delator ha sido siempre expulsado del bien moral de una sociedad. Siempre…, hasta estos días extraños, que parecen convertir al delator en un ciudadano ejemplar. Hablo del agua, pero no sólo, porque la tendencia, aunque lenta, empieza a ser significativa. Desde hace un tiempo, en algunos temas sensibles, las administraciones tienden a pedir la delación pública, como forma de paliar la incapacidad de hacer el trabajo fiscalizador que les corresponde. En el caso del agua, han pedido que los ciudadanos denuncien a los vecinos que riegan con manguera o que llenan piscinas, y tan ardua petición ha tenido un primer éxito en Sant Cugat, éxito aplaudido por todos. En cuestión de violencia de género, también se ha hecho, con más sordina, una petición parecida, hasta el punto de considerar que era un deber ciudadano denunciar a un vecino si se oían gritos a través de las paredes. Todo en aras, nos aseguran, de un mejor funcionamiento de la sociedad y de una corresponsabilidad ciudadana. Y, sin embargo, yo creo todo lo contrario. Creo que estamos traspasando fronteras muy delicadas, cuyo sacrilegio no nos conduce a una sociedad más eficiente, sino a una sociedad menos civilizada y menos libre. Permítanme el ejemplo práctico. El otro día, haciéndome el ojo en una sala de maquillaje, una amable profesional expresó sus dudas: "He visto como regaban el jardín de mi vecino con manguera. ¿Qué tengo que hacer? ¿Lo denuncio? ¿Y a quién denuncio, al señor sudamericano que cuida el jardín, o al propietario? Pero, si le denuncio, ¿sabrá que ha sido su vecina? Y, ¿es correcto denunciar a un vecino?". Y, así, de golpe, una amable maquilladora, dotada de un loable sentido cívico, se había convertido en una ciudadana hiperresponsabilizada, a punto de delatar a un pobre vecino, malversador de agua de manguera. Lo peor era su batalla interior, azuzada entre su sentido cívico y la convicción de que no era correcto meterse en casa ajena. "Soy un hombre desgarrado por sucesivas y contrarias lealtades", dijo Jorge Luis Borges, y así parecía estar mi querida colega. Y todo porque el gobierno de su país, en lugar de asumir plenamente su responsabilidad política, y ejercer la autoridad pertinente, la señalaba a ella como celadora del bien público. Pero, si ella es quien tiene que vigilar al vecino, la sociedad del gran hermano se instala en el comedor de casa para siempre. Puestos a vigilarnos, y a emular al vecino-policía del castrismo, ¿por qué quedarnos en la denuncia sobre el agua? Podríamos vigilar si cumplen con el resto de los deberes cívicos y, a la menor sospecha, elevar la delación pública. "¿Soy acaso el guardián de mi hermano?", preguntó Caín a Dios, y el sentido de la pregunta se mantiene intacto. En las sociedades democráticas, donde la seguridad es un bien público, los guardianes del hermano son los cuerpos funcionariales que hacen cumplir las leyes. Y ese es el funcionamiento que garantiza equidad, justicia y libertad. Pero si el guardián es el vecino, los riesgos son catastróficos: recorte de libertades, hostigamiento de la intimidad y una caja de Pandora que explota con sus bajas pasiones de equívocos, sospechas y venganzas. En definitiva, un retorno a la jungla.