lunes, abril 24, 2006

El P.P. y la falange, argumentos similares.No es casualidad, todos los hijos se parecen a los padres...aunque ahora se llamen "liberales".

El problema del PP La Falange, similar en sus argumentos al partido de Rajoy El problema del PP –uno de los problemas más acuciantes que tiene el PP- es que, aun no utilizando el Cara al Sol, la música de su discurso y hasta la letra a veces se parecen, con demasiada frecuencia, a la de la extrema derecha. O sea, la Falange, que es el partido que con más propiedad –al menos histórica- representa al neofascismo español. Esta circunstancia, que no es cuestión anecdótica, ni cogida por los pelos, pudo evidenciarse ayer en Madrid con motivo de la manifestación promovida por los falangistas para defender la unidad de España. Es verdad que incluso los parlamentos, los gritos y algunas consignas eran de claro rechazo al PP. “PSOE y PP, la misma ruina es”, chillaban los camisasazules. No había a la vista ni montañas nevadas ni banderas al viento. Pero a la vista estaba, y en el oído más aún, que muchos de los contenidos y argumentos actuales del partido fundado por José Antonio Primo de Rivera son coincidentes con los que, a menudo, utilizan el PP y su corte mediática, sobre todo el órgano radiofónico de la Conferencia Episcopal Española. Narra muy bien la manifestación azul de ayer el redactor de elplural.com Luis Marchal. ZP: “Alta traición” Pidieron la dimisión de Zapatero por “alta traición” –como hizo recientemente el eurodiputado del PP Vidal-Quadras, entre otros- y le insultaron con su infamia tradicional. Gritaron contra la negociación con ETA y señalaron que ello significará “la rendición de España”. ¿Cuántas veces desde las tribunas de Génova o de sus timbaleros mediáticos no se ha reprochado a ZP estar genuflexo o rendido ante los terroristas? Rajoy fue más lejos y en la sesión parlamentaria en la que se debatió y se aprobó -sin el concurso del PP- el marco del hipotético diálogo con ETA, acusó al presidente de “traicionar a las víctimas”. Contra los separatistas Arremetieron los falangistas contra los partidos separatistas. Hicieron de separadores. Como hace el PP habitualmente. Muchos ciudadanos de Cataluña recuerdan todavía con horror cuando falangistas llegados al paso alegre de la paz a la Cataluña liberada del yugo marxista exigían a los catalanoparlantes lo de “habla en cristiano, habla la lengua del Imperio.” Todos cuantos no se identifican con la España, una, grande y libre son separatistas, o sospechosos de serlo o filoseparatistas. Pregunten, por favor, a Josep Piqué lo que acostumbran a decir de él Federico Jiménez Losantos y sus acompañantes. La República Se mofaron, los manifestantes de la Falange, de Zapatero por “exaltar la II República.” La República fue para el Movimiento Nacional, sucedáneo de la Falange, el monstruo de mil cabezas. Acabaron a bombazos con la República, auxiliados por dos de sus ídolos de la época: Adolfo Hitler y Benito Mussolini. No soportan que se hable de la República para reivindicar sus valores democráticos y sus intentos reformistas, frustrados por la fuerza de las armas. Se la tienen jurada a Zapatero por su abuelo, el capitán Lozano, asesinado por los insurgentes de 1936. Pero no sólo se la tienen jurada los falangistas, sino también los del PP. Los manifestantes genoveses que salieron hace unas semanas con las víctimas presididas por el comisario Alcaraz, para protestar contra la política antiterrorista de ZP, al que pidieron que dimitiera –como los falangistas ayer- gritaban: “Zapatero, vete con tu abuelo.” El 11-M En cuanto al 11-M estos nostálgicos joseantonianos creen a pie juntillas las patrañas de la conspiración que con tanto interés alienta uno de los diarios madrileños donde, por cierto, anunció su manifestación la Falange, según adelantaba el pasado viernes elplural.com. Discrepan de los Acebes y compañía porque aseguran que a los del PP no les importa la verdad, sino las razones por las que perdieron las elecciones del 14-M. Las calumnias En fin, y a propósito del 11-M, los falangistas exhibieron ayer una pancarta en la que se leía: “Pavía entró en el Congreso a caballo. Tejero con una pistola y Zapatero con un tren de cercanías.” Nada nuevo, pues, bajo el sol reaccionario. Este tipo de calumnias han sido muy reiteradas en los medios afines a Génova 13 y también se hicieron eco de las mismas senadores del PP, por ejemplo. El partido único El PP circula casi siempre por la vía del radicalismo conservador. En el seno del partido que capitanea Rajoy hay sectores –por otra parte hegemónicos desde hace años- que son perfectamente intercambiables con los de la manifestación falangista o con las bases de Fuerza Nueva, si es que el partido de Blas Piñar aún está vivito y coleando. Ese partido único que, de hecho, aglutinó Aznar –como hiciera, salvadas las distancias, el general Franco mediante su famoso decreto de unificación del año 1937- va desde los ultras hasta los moderados o centristas. Probablemente fue útil para llegar en 1996 al poder. Pero en la segunda legislatura –en la primera algo menos- enseñó todas sus vergüenzas: Aznar que de joven alardeaba de ser, literalmente, falangista auténtico, ha acabado siendo neocon auténtico o, simplemente, bushiano auténtico. El voto útil Lamentablemente para él y para la derecha democrática española, Rajoy –secuestrado por la guardia pretoriana de Aznar- lleva el mismo o similar camino, aunque ayer los manifestantes lo descalificaran. Fue un paripé, que nadie se engañe. El voto útil de muchos falangistas –así lo reconoció el ex ministro azulísimo Utrera Molina, fervoroso franquista- es PP. Por algo será. E.S. http://www.elplural.com/politica/detail.php?id=4001

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