jueves, febrero 26, 2009

Las personas del verbo.Rafael Reig.


El PSOE es un partido con profundo calado intelectual. Insondable. Pelágico. Abisal.

Hasta crearon un think-tank, un botijo de ideas o un tonel de pensamiento.

En el think-tank metieron a Jesús Caldera, pero el tonel debía de ser tan hondo que todavía no ha logrado sacar la cabeza de allí.Nunca más se supo.

Allí debe seguir, sumergido en el think-tank, venga de pensar y pensar, chapoteando entre ideas platónicas y arquetipos aristotélicos.No hay problema: ¡Será por intelectuales!Si Caldera, por lo que sea, no lograra salir a flote de su barril de pensamientos, no importa: el PSOE tiene muchos otros intelectuales de repuesto.Tienen, por ejemplo, a don José Blanco, por mal nombre Pepiño.

El otro día vi a muchas chicas leyendo el periódico.¿Qué leía esta criatura [ver abajo] con tanta atención, absorta y de rodillas, como se adora a Dios ante su altar?¡Pues qué iba a leer! ¡Una entrevista con don José Blanco!Si Kant resucitara, tampoco perdería palabra de lo que suelta don José: Kant leería a José Blanco genuflexo y en pelota picada.

Corrí al kiosco y adquirí mi ejemplar.¡Lo que se aprende con este hombre!Entre muchas cosas graciosas, decía:“Esa decisión corresponde exclusivamente al presidente, que ha tomado, en primera persona, la determinación de liderar la respuesta a la crisis”¡Ostras, Pepín! exclamé.

Tenemos un presidente que toma decisiones y determinaciones “en primera persona”. No en segunda ni en tercera: ¡en primera persona! ¡Qué fenómeno Zapatero, qué tío más grande!

El presidente, de acuerdo con la escuela de pensamiento de don José, aristotélico-pepista, puede tomar (si le da la gana) tres tipos de decisiones:* a) “Me voy a al baño a hacer pis”: un ejemplo clásico de decisión tomada en primera persona presidencial.

El señor presidente decide mear y él mismo se desplaza hasta el baño y, desabrochándose en primera persona con su propia mano su propia bragueta, lleva a efecto esa micción que ha decidido y anunciado. Denota imperio.

En plural puede indicar demencia de segundo mandato: “Somos de lo más guay que entra en docena”.* b) “Te vas a enterar, te juro que de ésta te acuerdas; vas a comer mierda hasta que revientes”: típica determinación tomada en segunda persona por el presidente.

Él decide por su cuenta que una segunda persona realizará equis acciones. En este caso, la segunda persona vendrá obligada (por determinación presidencial) a estas actividades: conocer, rememorar y deglutir deposiciones.

Denota despotismo improvisado. Utilízase también en plural: “Os váis a tragar este sapo”.* c) “Volverá con la cabeza gacha mendigando una subsecretaría”: decisión modélica en tercera persona presidencial.

El presidente toma la determinación de que una tercera persona, pasado un tiempo indeterminado, regrese con una súplica determinada por su propia primera persona. Denota encefalitis por abuso de poder. Úsase también en plural: “Van a probar su propia medicina esos cabrones”.Que un tipo capaz de distinguir determinaciones tomadas en primera persona ocupe un cargo importante intranquiliza a cualquiera.Si es verdad, como dice Gonzalo López Alba, que “José Blanco atesora más poder e influencia que los ministros”, entonces no se descarta la alarma social.Por mi parte, tomo nota: ya estoy aprendiendo a tomar decisiones en todas las personas del verbo. Yo veo a esta criatura [de abajo] leyendo (¿a don José Blanco, por ventura?) y me entran ganas de tomar alguna determinación en segunda persona, en su dulce y delicada segunda persona, y que recaiga la acción verbal sobre mí, como complemento directo tumbado boca arriba.
function msghref(nMsg) {
document.write('}

No hay comentarios: