jueves, marzo 13, 2008

Carta a Joaquín Sabina


J.P.J.(Scotta)
Carta a Joaquín Sabina
Yo creí que eras otro Peter Pan y nunca abandonarías la rebeldía de la infancia, ni las calles, ni el último vagón. Tenía la certeza de que siempre te veríamos aparecer en los aquelarres de algún maldito, con tu porte entre quijotesco y tunante. Estaba convencido de que nunca asistirías a las exhibiciones tumultuosas de algunos de los señores del poder, donde hay que saber nadar para no ahogarte en la baba derramada.
Supongo que has aprendido a nadar, ahora a favor de corriente, para defenderte en tan viscoso ambiente. Eso sí, el valor no lo has perdido y cada vez te acercas más a los clásicos de la literatura castellana. Tienes que tener agallas para parecerte a Unamuno o a Azorín o a Pío Baroja, sobre todo en lo anarquistas que fueron en su juventud y lo derechosos en su vejez, pero siempre valientes, como tú, la tuya es una postura arriesgada, optar por un candidato vencedor respaldado por mafias bancarias y mafias mediáticas es un riesgo total, una gran afrenta, ya se, ya se… siempre te gustó el cine negro. Porque, ¿Qué pasará si tu querido nuevo partido, incurre de nuevo en la tentación del Terrorismo de Estado?, recuerda que los mismos que esgrimieron la pistola, la sombra y el dinero son hoy los asesores de tu querido presidente. ¿Te posicionarás en contra?, ¿Serás otra Yoyes?. ¿Y si les da nuevamente por robar el dinero del pueblo a mansalva?. Ya sabes que el asesino vuelve siempre al lugar del crimen, ¿Qué harás, lo denunciarás?.
Yo he tenido muchos amigos que optaron por el caballo ganador, aunque el caballo estaba podrido y corrupto, y siempre decían: “No, esto lo arreglo yo cuando esté dentro”, y les dieron un trocito y los arreglaron a ellos. ¿Te comprarán a ti, si llega el caso?. No, no creo, tú seguramente que eres el primero que vas a tener los cojones bien puestos, bueno, eso espero, porque los demás decían lo mismo. Yo, un simple admirador tuyo, seguiré escuchando tus canciones, siempre me gustaron y me gustarán, aunque ya vengan de un hombre más formal, más mayor y más alineado, eso sí, de mi lista de artistas a los que les compro el CD original te borro ahora mismo, a mí ya no me necesitas y sé que ya a ti no te importa, ahora tendrás muchos conciertos, incluso en pueblos donde no te querían ni ver y serás admirado sistemáticamente por una gran mayoría alegre de ser los vencedores y dispuestas a gastarse los cuartos, que los tienen, en lo que sea, ¡Qué grandes amigos te has echado!.
Y hablando de amigos, ahora que vas a estar cerca de Garzón, Savater y otros simpáticos como esos, ¿por qué no les dices que dejen en paz a tu amigo el Subcomandante Marcos?, ¿O ya no es tu amigo?, si, hombre, que mal pensado, ¿Porqué no lo iba a ser?. Yo creo que no perderás la amistad ni con Fidel, después de todo a uno de los que manda mucho en tu partido le gusta mucho los puros cubanos?. ¡Ah! Y si ves a tu amigo Julio y te acercas nuevamente a saludarlo, te pido por favor, no permanezcas mucho tiempo junto a él, no me fío ya de ti protagonizando el papel de Judas, de todas formas, él aún sigue estando en las trincheras de los perdedores, a la que tú, por decisión propia, libre y democrática ya no perteneces. Podría seguir contándote cosas, recordándote anécdotas, pero ahora a mí también me duele recordarlas, prefiero dejarlo todo aquí y nada más Joaquín, que ojalá no te equivoques invocando a la equivocación y los equivocados seamos los mismos de siempre menos uno, ojalá… ¡Ojalá que te vaya bonito!.

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