jueves, enero 26, 2006

Esta no es mi España

Esta no es mi España
LLUÍS FOIX - 26/01/2006 - 00.04 horasCatalunya no puede salir de los focos irracionales que se centran sobre ella. No sé cómo terminará el Estatut al final del proceso que acabaría con el referéndum preceptivo entre los catalanes. El líder popular, Mariano Rajoy, anuncia la recogida de millones de firmas para obligar al gobierno a celebrar un referéndum en toda España aunque se trate de una ley orgánica aprobada por el Congreso de los Diputados.Los Papeles de Salamanca salieron de la capital castellana hace seis días y se encuentran encallados en Madrid por una decisión de la Audiencia Nacional respondiendo a la demanda del ayuntamiento salmantino. El republicano Joan Puigcercós ha hablado de “golpe judicial”. No se recuerda tanta urgencia en la Audiencia Nacional para dirimir una decisión adoptada por una ley del Parlamento.La más rancia visión sobre la unidad de España se cierne sobre nosotros y nos llena de temor porque lo importante parece que no sean los papeles o el texto estatutario. Lo importante es que Catalunya ha propuesto una nueva relación con España que, dicho sea de paso, volverá a Barcelona sin vulnerar la Constitución que tanto defienden quienes no la votaron.Para los que nos sentimos cómodos en España sin intención de irnos a ninguna parte, los que escribimos en castellano y en catalán, los que nos sentimos en casa cuando nos encontramos en Burgos, Sevilla o Lugo, nos duele tanta irracionalidad, tanta pasión y tanta incomprensión. Tanto griterío.El debate o el problema no es nuevo. Voy a citar algunas frases pronunciadas por gobernantes o escritores españoles en los últimos siglos. Decía el Conde Duque de Olivares que “el primer negocio y el mayor es allanar Cataluña”. Esto ocurría en el siglo XVII. El jefe de la policía barcelonesa, Martínez Anido, escribía al general Primo de Rivera que inauguró las dictaduras en España el siglo pasado, lo siguiente: “hay que llenar a Cataluña de lo peor que tenga España”. El general Baldomero Espartero bombardeó Barcelona en nombre de la unidad hispana en 1856. En la revista Ejército y Armada, se escribía en 1906 que "hay que castellanizar a Cataluña... Hay que pensar en español, hablar en español y conducirse como español, y esto de grado o por fuerza. El soldado y el marinero catalán deben ir a servir a otras regiones de España para frecuentar otro trato y adquirir otros hábitos y costumbres... El día 1º de febrero no debe haber un solo soldado en la región catalana siendo substituidos por los de las demás provincias españolas, llevando allí la mayor guarnición posible y manteniendo el estado de guerra". Manuel Azaña cuenta en sus Memorias que “una persona de mi conocimiento asegura que es una ley de la historia de España la necesidad de bombardear Barcelona cada cincuenta años”. Era el presidente que al término de la guerra civil escribía aquel epitafio de “paz, piedad, perdón” que resumía sus frustraciones después de las barbaridades cometidas por unos y por otros.El general Millán Astray, el que gritó “viva la muerte” y “muera la inteligencia” ante el rector Miguel de Unamuno en la Universidad de Salamanca, pronunció en 1936 las siguientes palabras: "Cataluña y las provincias vascas, son cánceres en el cuerpo de la nación. El fascismo, que es el sanador de España, sabrá cómo exterminarlas, cortando en la carne viva, como un decidido cirujano libre de falsos sentimentalismos". La dureza del debate político sobre el Estatut no alcanza los niveles de épocas pasadas. Pero el espíritu que lo alimenta es muy parecido. Estamos en la Unión Europea, el ejército no puede dar ningún golpe porque no cuenta con la fuerza suficiente y el país ha alcanzado una cotas muy notables de bienestar. A los que se oponen con tanta ira al Estatut, que será constitucional, les invito a que se calmen, que no resuciten los fantasmas de antaño, que piensen que si este proceso sale mal para Cataluña será muy nocivo para los catalanes. Pero también para los españoles. Reproduzco un párrafo de Suso del Toro publicado en El País el pasado 26 de noviembre. “¿Y España? ¿Qué será de España? Si repudian a los catalanes y su Gobierno, si boicotean sus productos, es que quieren echar a Cataluña de España. Pero una España sin Cataluña sólo es “su” España, la de aquellos generales que quisieron hacer de “Bilbao una fábrica, de Madrid una capital y de Barcelona un solar”. Esta es una España afortunadamente superada. En cualquier caso, no es la mía. http://foixblog.blogspot.com

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