domingo, enero 29, 2006

A por la Tercera



Vázquez de Sola llama a organizarse en un movimiento por el advenimiento de la III República Estamos organizándonos con vistas a crear, en Granada, un movimiento en pro del advenimiento de la III República. No creemos en la República como panacea universal, sino como la única organización cívica donde la democracia es un hecho incuestionable. Esto dicho, ni todas las repúblicas son absolutamente buenas, ni todas las monarquías –su antítesis- totalmente abominables. Repúblicas imperialistas, horrendas, injustas, se dan –ver los Estados Unidos de América-; por el contrario, monarquías fraternales, democráticas y humanas, jamás. Son conceptos consustancialmente contradictorios: la monarquía se basa en la superioridad de unos seres sobre otros, por derecho de herencia. La República no es necesariamente una opción política, económica o filosófica. Ser republicano o republicana es, simplemente, una manifestación de dignidad: la dignidad de la persona humana se siente menoscabada cuando alguien, por el simple hecho de llamarse Capeto, o Saboya, o Borbón, puede ser, desde su nacimiento, acreedor al tributo y vasallaje de quien se llama Pérez o Dupond o Zaccarias. Porque, para ser rey, no cuenta la capacidad intelectual, ni la voluntad en el trabajo, ni la honestidad, ni la bondad: únicamente el apellido, la Gracia de Dios, o la real gana de algún dictadorzuelo. En 1931, filósofos, escritores y artistas se organizaron en tertulias, debates y ateneos, donde se producían gritos en el cielo y en la tierra actos. A muchos les costó la vida, como a nuestro Federico García Lorca. Así, pacíficamente, sin más fuerza que la de la razón, y sin más violencia que la verbal, floreció la República, aquel 14 de abril, nacida gracias a personas honestas e ilustres –a más de infinitos anónimos-, que lucharon por su instauración, y cayó, traicionada por cuatro militarotes, con la complicidad del fascismo internacional. Ahora no se trata de añorar lo que fue 1931, hoy también somos muchos los que creemos en la República, tal vez aún más, pero los consensos contra natura, la dificultad de expresar opiniones contrarias a las oficiales, nos ningunean. La República que fue y la República que será, no puede entenderse como un antes y un después en nuestra Historia: es un siempre. Así lo entendemos, al menos, miles de españoles, entre otros, el que suscribe. VAZQUEZ DE SOLA La dirección de esta noticia es: http://www.insurgente.org/modules.php?name=News&file=article&sid=3605

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